Bosco Sodi: Croacia
Bosco Sodi (México, 1970) es conocido por sus grandes cuadros monocromos ricos en textura que exploran la materialidad, el color y la belleza de la naturaleza en bruto. La obra de Sodi es una aventura hacia lo desconocido, impulsada por lo impredecible, lo accidental y la simplicidad única que se encuentra en el paisaje natural. El artista viaja continuamente entre sus cuatro estudios –Barcelona, Berlín, Brooklyn y México–, cada uno de los cuales proporciona un clima y materiales específicos que le confieren a su obra una relación única con el lugar y el tiempo. Sodi no planifica antes de empezar una pieza nueva; en cambio, se deja llevar de forma espontánea por sus emociones y estados de ánimo. Con sus manos esparce y acumula capas de pigmento, fibras naturales, aserrín y fragmentos de madera sobre el lienzo de manera frenética por un período de uno o dos días. Con el tiempo, la superficie se agrieta y solidifica como la lava al enfriarse, creando un campo sugerente de color y textura que refleja la energía exuberante con que fue creada.
Aunque la serie se titula Croacia –el artista estaba viajando por ese país cuando pensó en su creación— Sodi produjo estas seis pinturas de gran formato simultáneamente en su estudio de Nueva York. El artista imagina estas obras como “hermanos de sangre con personalidades diferentes”; nacidas al mismo tiempo con la misma materia, pero cada una completamente distinta debido a lo impredecible de su proceso. La obra de Sodi se ubica entre las vanguardias abstractas del siglo XX, presentando ecos de las pinturas matéricas de Antoni Tàpies y los campos de color de Mark Rothko, revelando el dilema contemporáneo de qué es la pintura y que será en el futuro.
Los valles y grietas de materia y pigmento traen a la mente una tierra quemada por el sol, quizás en referencia al caos primigenio de la Creación o a un paisaje extraterrestre. La vibración del color y la porosidad creada por los materiales al deshidratarse crean una intensidad que resulta magnética al ojo, lo que podría despertar sensaciones y emociones de paz, ira o alegría. Con Croacia Sodi nos invita a contemplar y observar nuestras reacciones al disfrutar de la experiencia estética: “quería hacer una obra muy intensa… una obra con la que la gente vibrara y que el estómago se les saliera, que la sintiera y los obligara a verlas… e interpretarlas”.