Paraíso y palabras: un diálogo entre el arte y la literatura en Puerto Rico

Parte del importante acervo de arte puertorriqueño que resguarda el Museo de Arte de Ponce se expuso en Paraíso y palabras: un diálogo entre el arte y la literatura en Puerto Rico, un recorrido histórico-artístico que explora el arte puertorriqueño desde el siglo XVIII hasta nuestros días a través de un conjunto de más de 250 obras de las colecciones del Museo, unidas por la creación íntima de la literatura.

Paraíso y palabras recorrió once salas que incluyeron ejemplos de retratos y cuadros de devoción del maestro José Campeche y Jordán; obras de Francisco Oller del siglo XIX, que son testigo de la mirada impresionista del maestro; pinturas y dibujos del artista Miguel Pou, nacido en Ponce, obras que relatan el desarrollo de la vida puertorriqueña de principios del siglo XX, reflejada en retratos y en el culto por el paisaje local y del noreste americano; la colección de fotografías de Jack Delano, que dan un testimonio de cuatro décadas de historia puertorriqueña y una importante muestra de grabado con ejemplos de Carlos Raquel Rivera, Antonio Martorell, Rafael Villamil y Lorenzo Homar, en celebración del centenario de su nacimiento.

Cada sala ilustra cómo los artistas puertorriqueños crearon lazos más allá de las fronteras de la isla, ya sea por viajes, su relación con viajeros llegados a Puerto Rico, las influencias que recibieron de la diáspora y el diálogo con el exterior que se ha entablado con países como México, Estados Unidos, España y Francia.

El Museo de Arte de Ponce honra la tradición del grabado con una colección creciente de obras y al mismo tiempo se une a la celebración de Homar 100 años, con la creación de una sala que narra el lugar trascendental del grabado en la historia del arte puertorriqueño. En esta sala se expusieron obras del taller del Instituto de Cultura Puertorriqueña, organizado por Homar en 1957, obras del CAP (Centro de Arte Puertorriqueño, 1950–1952), del taller del Instituto de Cultura Puertorriqueña (El Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1957–1985) y ejemplos de la producción de renombre internacional del cartel de la DivEdCo (División de Educación de la Comunidad, 1949–1989).

Con la intención de traer ante la mirada del espectador el importante trabajo que hace el Centro de Conservación Anton J. Konrad, y que normalmente se realiza tras bastidores, se dedica una de las galerías de la exposición a la conservación. La misma incluye una réplica del laboratorio de conservación para que los visitantes pudiesen experimentar vívidamente lo que comprende la conservación de una obra y entendieran mejor uno de los trabajos que rodean la presentación de las obras en el Museo.

En su totalidad la muestra, curada por María Arlette de la Serna, ofrece un vistazo cronológico a 230 años de vida e historia de Puerto Rico a través de las obras y objetos de arte que se expusieron. Los visitantes disfrutaron del arte que se ha producido en la isla y además se encontraron con un espejo en donde se ven reflejados hechos históricos, sociales y culturales vistos desde la perspectiva de los artistas y sus opiniones de hechos de la historia de Puerto Rico. Paraíso y palabras comprende ejemplos de las obras de la plástica puertorriqueña de distintos movimientos y géneros artísticos tales como rococó, impresionismo, realismo, pintura de género, pintura histórica, paisaje, retrato y grabado, que resaltan la riqueza cultural del arte, la historia y la literatura, la historia oral y la poesía.

Las obras fueron complementadas con diálogos inter-textuales dentro de las salas a manera de cédulas, las cuales son fragmentos de crónicas, poesías y textos literarios de los más importantes autores puertorriqueños. También se incluyó un espacio dedicado al intercambio de libros titulado Paraíso de palabras.